Las Cortes recuerdan a Giménez Abad y su defensa de la libertad, justicia y pluralismo político
EUROPA PRESS
Las Cortes de Aragón han recordado este miércoles, 6 de mayo, la figura de Manuel Giménez Abad en el día en que se cumplen 14 años de su asesinato a manos de la banda terrorista ETA, un político y una persona que «transmitía con naturalidad y convicción la importancia de los valores democráticos de solidaridad, libertad, igualdad, justicia y pluralismo político».
Las Cortes de Aragón han recordado este miércoles, 6 de mayo, la figura de Manuel Giménez Abad en el día en que se cumplen 14 años de su asesinato a manos de la banda terrorista ETA, un político y una persona que «transmitía con naturalidad y convicción la importancia de los valores democráticos de solidaridad, libertad, igualdad, justicia y pluralismo político».
Así lo ha expresado su hijo Manuel Giménez Larraz, copresidente de la Fundación de Estudios Parlamentarios y del Estado Autonómico que lleva el nombre de su padre, en un acto titulado ‘Homenaje a la Palabra’, en el Salón San Jorge del Palacio de la Aljafería, sede de la Cámara autonómica aragonesa.
A este homenaje han asistido el presidente de las Cortes, José Ángel Biel, el delgado del Gobierno en la Comunidad, Gustavo Alcalde, el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, y el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente.
Asimismo, han acudido varios consejeros del Gobierno aragonés, miembros de la Mesa y Junta de Portavoces, diputados, representantes de la sociedad aragonesa y familiares, como su mujer, Ana Larraz, y su hijo Manuel, cuyo padre fue asesinado cuando era presidente del PP-Aragón, diputado de las Cortes autonómicas y senador.
Giménez Larraz ha sostenido que «hay cosas que no podemos permitir olvidar ni como sociedad, ni como ciudadanos» y ha glosado la figura de su padre como una persona que entendía la política «como un ejercicio de tolerancia», con «respeto a la discrepancia e incluso aprecio por ella».
«No veía enemigos, ni adversarios políticos, sino compañeros que renunciaba generosamente a muchas cosas por su vocación de servicio a sus conciudadanos», con quienes «discutir, negociar, acordar, trabajar para construir un Aragón mejor», ha afirmado Giménez Larraz.
Asimismo, ha indicado que el 6 de mayo de 2001 ETA arrebató a su padre «la vida y todo lo que le quedaba por vivir» con la finalidad de «asomarse unos días en los medios de comunicación en plena campaña de las elecciones del País Vasco», para señalar que «ser familiar de una víctima del terrorismo es terrible bajo cualquier circunstancia y en cualquier lugar, pero más donde tienen voz quienes justifican y alientan los asesinatos».
Giménez Larraz ha enfatizado que «la política es una actividad transcendente, pero su importancia debería quedar eclipsada por lo que es esencial, el valor de una vida humana» y ha considerado que «anteponer una idea a una sola vida es sencillamente repugnante».
Todas las ideas políticas
El copresidente de la Fundación ‘Giménez Abad’ ha subrayado que esta entidad es «un foro de discusión política» donde «con la mayor honestidad se da cabida a todas las ideas políticas» y ha agradecido el interés, aportaciones y compresión de los cinco grupos parlamentarios de las Cortes presentes en ella.
En este punto, ha subrayado que «es la presencia de todos, con un prestigio bien ganado, que hace que la fundación sea recibida sin reticencias allá donde va», una entidad que «ha seguido creciendo, trabajando, extendiendo su reputación y adaptándose inteligentemente al contexto económico de los últimos años».
Igualmente, ha manifestado que «promueve internacionalmente» los valores democráticos, «que nos han hecho alcanzar las cotas de desarrollo humano y social que hoy disfrutamos».
Giménez Larraz ha opinado que «la crisis ha cambiado el mundo, los ciudadanos tienen la percepción de que asistimos inermes a un momento fundamental de nuestra historia», en el que «los valores y nuestros derechos y libertades, pilares esenciales de nuestros Estado, constituyen un obstáculo para el desarrollo económico de nuestras sociedades».
A su entender, «probablemente, de la proyección y extensión de nuestros valores dependa su resistencia en el futuro» y «debemos buscar un equilibrio entre el crecimiento y la forma en la que deseamos vivir como ciudadanos, fortaleciendo nuestro proyecto democrático en España».
Finalmente, ha sostenido que si bien el recuerdo público de su padres es «muy reconfortante, la perspectiva real de justicia es imprescindible y necesitamos saber que el Estado no olvida su sacrifico», cuando su asesinato «sigue sin resolverse», a pesar del «encomiable» trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, para añadir que «necesitamos creer que su asesinato no quedará impune».
El precio más alto
El presidente de las Cortes de Aragón, José Ángel Biel, ha manifestado que el asesinato de Giménez Abad «fueron muchos asesinatos, tantos como ciudadanos aragoneses porque eso es lo que en última instancia representa un diputado», para recordar su contribución al «bien común», por lo que pagó «el precio más alto».
Biel ha glosado que «diálogo, pacto, tolerancia, respeto y compresión son palabras que se asocian a una persona en la que el sectarismo no tenía cabida», ha dicho en relación a Giménez Abad, que «entendió el Parlamento como la institución central del sistema democrático» y que fue un hombre «de vocación pública», «sin la que ninguna sociedad puede perdurar».
Por eso, ha estimado que hay que «poner en valor lo público, acometiendo los cambios preciosos», con una «audacia e imaginación en dosis mayores que en tiempos recientes», así como «la templanza y mesura que aporta la experiencia».
Biel ha reconocido que son «malos días para reivindicar la política y a los políticos» puesto que hay «nombres propios que no deberían haber llegando nunca a los espacios públicos», pero ha considerado que esos comportamientos son «una cara de la moneda, no la única», ya que también hay personas como Giménez Abad, cuyo nombre ahora, gracias a la fundación «se anuncia en voz alta asociado a valores de rigor, excelencia y pluralismo con los que él siempre se identificó».
En este sentido, ha recalcado que las Cortes realizaron un «ejercicio de anticipación» a través de esta entidad, que se ha caracterizado en sus 13 años de existencia por el «pacto y diálogo que hoy reivindicamos como sujetos de la acción política», así como por ser «espacio de comunicación entre ciudadanos y actividad política» en un momento en que se pide al parlamento contemporáneo ser «foro de diálogo participado».
La fundación, donde están representados en igualdad de condiciones los cinco grupos de las Cortes, se ha convertido en «referencia» como «reputado centro de estudios, investigación y difusión» del parlamento y la autonomía, con «rigor y excelencia», siendo «una de las primeras instituciones de estudios políticos de España», ha dicho Biel.
Por otra parte, este año, el XIII Premio ‘Manuel Giménez Abad’ para trabajos de investigación sobre la descentralización política y territorial, dotado con 6.000 euros y que en otras ocasiones se entrega en este acto, ha quedado desierto.
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