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La Fundación ARAID firma un convenio de colaboración para el desarrollo de nuevas terapias contra la tuberculosis

EUROPA PRESS

  • La Fundación Agencia Aragonesa para la Investigación y el Desarrollo (ARAID) ha firmado un convenio de colaboración con la Fundación Tres Cantos Open Lab para el desarrollo de nuevas terapias en el tratamiento de la tuberculosis. El proyecto ha sido cofinanciado por la Comisión Europea, a través de su Agencia Ejecutiva de Investigación en el marco del programa Horizonte 2020.

Este convenio colaborativo, de dos años de duración, está liderado por el investigador de ARAID en el departamento de Microbiología de la Universidad de Zaragoza (UZ), Santiago Ramón-García, en colaboración con GlaxoSmithKline I+D, SL, en Tres Cantos (Madrid), y la Universidad del Ártico, en Troms (Noruega).

Ramón-García y su equipo utilizarán una combinación de técnicas de microscopia y microbiología clínica y molecular asociadas a modelos matemáticos para proponer el diseño de futuros ensayos clínicos de una nueva terapia contra la tuberculosis, la enfermedad infecciosa con mayor mortalidad en todo el mundo.

El tratamiento estándar actual es largo ya que dura seis meses, y tiene efectos secundarios desagradables. Además, aquellos pacientes infectados con cepas resistentes al tratamiento estándar deben someterse a terapias más largas de hasta 24 meses y con efectos secundarios más graves. Esto, sumado a que la tasa de curación es del 30 al 50 por ciento, hace necesario el desarrollo urgente de nuevos tratamientos.

Los beta-lactámicos son los antibióticos más seguros que existen en el mercado, con un largo historial de uso clínico para tratar infecciones bacterianas. Sin embargo, tradicionalmente se los consideraba ineficaces contra la tuberculosis hasta el punto de que la investigación en este campo prácticamente se interrumpió durante las últimas tres décadas.

Ahora, un ensayo clínico guiado por el director de la unidad Tuberculosis de GlaxoSmithKline (GSK), David Barros, ha demostrado que uno de estos fármacos es eficaz en el tratamiento de esta enfermedad. Sin embargo, la familia de los antibióticos beta-lactámicos es muy amplia y todavía se desconoce cuál de ellos sería el mejor.

FUNDACIÓN ARAID

La Fundación ARAID es una institución sin ánimo de lucro, creada en 2007 por el Gobierno de Aragón, para impulsar la I+D+i como factor clave del desarrollo regional. Su actividad principal es potenciar las líneas de investigación estratégicas para Aragón, aunque la Fundación está abierta a cualquier campo de la investigación y a cualquier investigador que acredite una labor y experiencia de calidad en el ámbito nacional o internacional.

La contratación de investigadores supone un paso decidido en el propósito gubernamental de hacer de Aragón una Comunidad autónoma atractiva y estable para la investigación y la generación de conocimiento, ofreciendo a los investigadores la posibilidad de desarrollar aquí su carrera científica.

Por su parte, la Fundación Tres Cantos Open Lab permite a investigadores independientes acceder a las instalaciones, los recursos y la experiencia de GSK para ayudarlos a avanzar en su propia investigación sobre las enfermedades que afectan principalmente a países en vías de desarrollo.

Con más de 50 proyectos financiados hasta la fecha, las actividades de esta fundación están comenzando a dar sus frutos en publicaciones, validación de nuevas modalidades terapéuticas, prometedores programas de optimización de clientes potenciales y financiamiento apalancado de agencias de terceros.

MALARIA Y TUBERCULOSIS

El Campus Diseases of the Developing World (DDW) es el primer centro español de investigación -y uno de los pocos del mundo- dedicado en exclusiva al descubrimiento de nuevos tratamientos para la malaria y la tuberculosis, dos enfermedades infecciosas que asolan a los países en vías de desarrollo y que cada año causan millones de muertes.

Defienden un modelo de trabajo basado en el esfuerzo conjunto de varios actores: las organizaciones internacionales, que reciben y gestionan las aportaciones filantrópicas; las grandes y pequeñas compañías farmacéuticas, que poseen las instalaciones y la experiencia en desarrollo de fármacos; y los grupos de investigación académicos y de otros centros públicos, que realizan una aportación imprescindible en la ciencia básica.

Por último, el grupo de Farmacología Computacional de la Universidad del Ártico explora cómo se podrían usar estrategias de tratamiento farmacológico para minimizar la morbilidad y la mortalidad humanas. Su enfoque se centra en las enfermedades bacterianas, especialmente la tuberculosis.