"En La Puebla de Híjar, el toque del tambor y el bombo se lleva en la sangre", dice su alcalde

EUROPA PRESS

La Puebla de Híjar celebra sus fiestas de Semana Santa, una cita que combina cultura y religión y en la que la tradición familiar lleva a participar a la mayor parte de los vecinos, que se reúnen en torno a las diez cofradías que existen en el municipio.

La Puebla de Híjar celebra sus fiestas de Semana Santa, una cita que combina cultura y religión y en la que la tradición familiar lleva a participar a la mayor parte de los vecinos, que se reúnen en torno a las diez cofradías que existen en el municipio.

La Puebla de Híjar es uno de los nueve municipios del Bajo Aragón que forman parte de la Ruta del Tambor y Bombo y donde el toque de estos instrumentos «se lleva en la sangre», según ha explicado el alcalde de la localidad, Pedro Bello, para quien con la llegada de la primavera «se empieza a sentir que huele a Semana Santa».

En opinión del alcalde, son dos los elementos representativos de estas fiestas en La Puebla: el toque del tambor «como seña de identidad» y «el respeto a que cada cual viva la Semana Santa como la quiera vivir», ya sea desde el punto de vista de la tradición o el religioso. «Lo bonito es que cada uno puede elegir el matiz con el que las vive sin dar cuentas a nadie y libremente», ha subrayado Bello.

Cada una de las diez cofradías tiene una media de 50 miembros, una proporción elevada respecto a los cerca de 950 habitantes que tiene el municipio. La pertenencia a uno u otro grupo responde al «orgullo familiar de seguir en la cofradía en la que han estado padres y abuelos». «Es la fiesta más grande y tiene muchos matices sentimentales», ha añadido el alcalde.

Este hecho se debe a que las cofradías están basadas en antiguos gremios y agrupaciones, que reunían a personas que compartían un oficio o un pasado. Así, por ejemplo, la Cofradía del Descendimiento estaba ligada a los vecinos de La Puebla que, en su día, emigraron a Cataluña; la Oración de Jesús en el huerto, a los agricultores; la cofradía de San Juan, a los artistas; la Entrada en Jerusalén, a los ferroviarios y el Cristo Crucificado reunía a los trabajadores de la antigua fábrica azucarera.

Además de las diez cofradías, también forman parte de las fiestas el grupo de Alabarderos y las personas que participan a título individual e integradas en las Esclavas, las Verónicas o las Hebreas, entre otros.

Rompida de la hora

Entre todos los actos religiosos y culturales que se celebran durante la Semana Santa, el alcalde de La Puebla ha destacado como acto principal la ‘rompida’ de la hora, que se celebra en todos los pueblos de la Ruta de forma simultánea, excepto en Calanda.

En La Puebla de Híjar la ‘rompida’ se hace con vestimenta de calle, no con las tradicionales túnicas como en otras localidades. Este hecho está basado, según Bello, «en los orígenes de un pueblo muy pobre donde se tocaba como se podía».

El cese del toque, que tiene lugar la noche del sábado a las 22.00 horas, es el punto opuesto a la ‘rompida’ no sólo porque el sonido de los tambores y bombos deja de escucharse sino porque los cofrades sí visten su túnica negra. Esta cita «acaba teniendo más protagonismo que la ‘rompida’ de la hora», ha manifestado Bello.

El Viernes Santo por la noche se celebra la procesión del Santo Entierro, una cita «muy vistosa y que combina la luz, la noche y los tambores». En ella, participan las diez cofradías, los Alabarderos y el grupo de tambores y bombos.

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