El PAR pide a los electores que "tomen nota del catalanismo del PSOE" y advierte a CiU de que "puede romper la cuerda"
EUROPA PRESS
El Partido Aragonés (PAR) de la zona oriental de Aragón ha pedido a los votantes que «tomen nota del catalanismo» que está adoptando el PSOE en algunos municipios en los que está apoyando una moción enviada por Convergència en la que se posicionan a favor de declarar el catalán lengua propia de Aragón. El PAR ha advertido a CiU de que «puede romper la cuerda».
El Partido Aragonés (PAR) de la zona oriental de Aragón ha pedido a los votantes que «tomen nota del catalanismo» que está adoptando el PSOE en algunos municipios en los que está apoyando una moción enviada por Convergència en la que se posicionan a favor de declarar el catalán lengua propia de Aragón. El PAR ha advertido a CiU de que «puede romper la cuerda».
Los aragonesistas ha afirmado que «los ciudadanos del Aragón oriental no sienten como propia la lengua catalana» y han anunciado que «seguirán defendiendo sus modalidades aragonesas».
El aragonesista Amado Forrolla ha señalado que «es sabido que los socialistas, por razones que desconocemos, apoyan el catalán en Aragón y nos tememos que los ayuntamientos donde gobiernan aprobarán las mociones que envían las asociaciones catalanistas».
Según los aragonesistas, «el PSOE y la CHA aprobaron en 2009 la Ley de Lenguas de Marcelino Iglesias o Ley ‘L’Oréal’, porque yo lo valgo. Es una Ley que impone el catalán y elimina la lengua aragonesa de la zona oriental. Se aprobó con los votos en contra del PAR y es una ley que no refleja la realidad lingüística aragonesa».
Según los aragonesistas CiU se está inmiscuyendo en los asuntos de Aragón y está interviniendo en «asuntos ajenos, como si Aragón fuera una colonia suya. Es denunciable las actitudes imperialistas y colonialistas que está usando CiU».
Además, «no ayuda nada que dirigentes de CiU exijan plena autonomía para sus territorios basándose en unos supuestos derechos históricos pero se la nieguen a los demás».
Los aragonesistas denuncian las presiones que vienen de Cataluña a través de ayuntamientos, comarcas, diputaciones e incluso la propia Generalitat para imponer el catalán en Aragón y eliminar las modalidades lingüísticas aragonesas.