Detenida una mujer reincidente en Zaragoza por robar a ancianos, acusada de agresión sexual y atentado contra la autoridad
Agentes de la Jefatura Superior de Policía de Aragón han detenido a una mujer de 32 años como presunta responsable de varios delitos de hurto, robo con fuerza, agresión sexual y atentado a agente de la autoridad.
La investigación comenzó tras recibir varias denuncias que presentaban un mismo patrón. Una joven abordaba a personas de edad avanzada, preferiblemente varones con movilidad reducida, en la vía pública o en los accesos a sus domicilios. Se ganaba su confianza mediante gestos amables o simulando necesitar ayuda y aprovechaba los abrazos o caricias, para sustraer discretamente joyas y objetos de valor.
También accedía al interior de las viviendas tras ofrecer sus servicios como limpiadora. Una vez dentro, aprovechaba momentos de descuido para sustraer las llaves del domicilio y, en fechas posteriores, regresaba al inmueble utilizando dichas llaves. Así lograba apoderarse de joyas, dinero en efectivo y otros objetos de valor sin ser detectada en el momento, lo que dificultaba su identificación inmediata y facilitaba la huida sin dejar apenas rastro.
Agentes del Grupo de Delincuencia Itinerante identificaron a la presunta autora gracias a los reconocimientos fotográficos realizados por las víctimas. Las joyas robadas fueron rastreadas hasta varios establecimientos de compraventa donde se documentaron hasta 18 operaciones de venta desde enero. Gracias a la colaboración de estos negocios fue posible recuperar varias piezas que ya han sido reconocidas por sus propietarios. El valor estimado de las joyas supera los 30.000 euros.
Un delito de agresión sexual
La detenida, en una de las ocasiones, aprovechó el contacto físico con la víctima, simulando un gesto afectuoso, para realizar tocamientos de carácter sexual sin su consentimiento, lo que constituía una vulneración directa de la libertad sexual de la persona agredida. El Grupo de Delincuencia Itinerante de Zaragoza fue la primera unidad de la Policía Nacional en aplicar este enfoque jurídico a finales de 2024, al considerar que determinados hurtos cometidos mediante contacto físico encubrían, además, una agresión sexual.
En el momento del arresto, la mujer reaccionó con gran agresividad contra los policías, propinando empujones, golpes y arañazos. Uno de los agentes resultó lesionado y tuvo que ser trasladado a un centro sanitario, donde fue asistido por abrasiones en el cuello, la mandíbula y la zona dorsal, así como por una contusión en la parrilla costal.
La detenida acumula 11 arrestos, ocho en el último año, y la anterior hace apenas dos meses por hechos similares. En esta investigación se le atribuyen seis delitos cometidos en Zaragoza en tan solo dos meses, todos dirigidos a mayores. Se aprovechaba de su vulnerabilidad sin mostrar el menor reparo en atacar a quienes menos capacidad tienen para defenderse.